Bronsky - disparidad de opiniones

El texto de Alina Bronsky "Scherbenpark", la historia de una chica rusa superdotada en Alemania, entre la integración, la auto-pérdida y la muerte de su madre, no ha podido convencer a la mayor parte del jurado.

"No es un texto para optar al Premio Büchner"

Ijoma Mangold también se ha visto en apuros con su segunda autora, y él mismo ha admitido: "De acuerdo, no es un texto para el Premio Büchner".


Daniela Strigl ha elogiado la historia de una chica "muy atrevida, refrescante, pero también cariñosa". Esta prosa de papeles ha salido "muy bien en sus detalles", y "está bien hecha".

Klaus Nüchtern (Bild ORF/Johannes Puch)

Auto-ironía como arma

También Klaus Nüchtern está de acuerdo: ha alabado el "alto grado de auto-ironía" con la que se narra la historia desde el punto de vista de la figura, que según él está un tanto "desorientada". Afirma que esta "ganadora de la asimilación" se vuelve incluso un poco antipática a lo largo del texto. Pero: "Su auto-ironía es un arma contra tipos como nosotros, para protegerse a sí misma". Aquí se "pasa por alto alegremente" que ha ocurrido algo trágico (obs. la muerte de la madre).

La actitud narrativa es "redundantemente infantil".
Ursula März no ha podido unirse a las alabanzas: "Necesito un psicólogo, para entender el texto". Pese a que la narradora en primera persona se describe como "talento excepcional", la actitud narrativa de la protagonista es reduntamente "infantil" y "pseudo-ingenua", además de "nada interesante". La "astucia fabricada" le ha sacado de quicio.

Dieter Moor, Ursula März (Foto ORF/Johannes Puch)

Spinnen: "Esto está agotado"

Burkhart Spinnen se ocupó en su crítica igualmente de la actitud narrativa. "En medio del caos me hago la inocente, para que no me cojan". Según él, lo que intenta la narradora en primera persona es permanecer "soberana". En todo caso, el "material" ha sido demasiado instrumentalizado y supeditado a la narración: "Esto está totalmente agotado, desde los pequeños ojos de María hasta sus medias de lana".
"El texto sirve al lector según su gusto", ha dictaminado Andre Vladimier Heiz. Al leer, uno resulta sacudido de un lado a otro entre la fascinación y el horror. "No puedo encontrar un descanso en la lectura".

Publikum (Foto ORF/Johannes Puch)

Mangold y Strigl defienden a Bronsky

Para Ijoma Mangold el "flujo narrativo" ha sido increíble. Ese tipo de literatura de la "transferencia cultural" por lo general se encuentra en el espacio británico, pero también funciona en el alemán. También Daniela Strigl ha vuelto a abrir una brecha en favor del texto: lo que Heiz critica como "ser sacudido de un lado a otro" es en realidad una estrategia. Respuesta de Spinnen: "¿Tan mayor soy que ya no me asusto de ello?" Asegura que esta historia de la "chica en ruinas psicosociales" ya la había oído tantas veces. También ha opinado así Alain Claude Sulzer: Es demasiado "previsible": "No había nada que me haya sorprendido".

Texto de Alina Bronsky